La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, a cargo de la Dra Romina Picolotti, clausuró en forma total y preventiva dos establecimientos industriales enmarcados en el Plan de Saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo. Se trata de la firma SUBPRODUCTOS NATURALES S.R.L., dedicada al depósito de tripas, y de la galvanoplastía GALVAFER S.R.L., ubicadas en Capital Federal y en la localidad de Villa Diamante, Partido de Lanús, respectivamente, donde se comprobaron una serie de anomalías funcionales que atentan contra el ambiente y la salud de los habitantes de la región. Las clausuras se mantendrán vigentes hasta tanto las firmas cesen con las situaciones irregulares detectadas.

Los operativos estuvieron bajo responsabilidad del Subsecretario de Control y Fiscalización Ambiental, Dr. Raúl Vidable y su equipo técnico. La primer medida, de carácter total y preventiva, se realizó en el predio de la empresa SUBPRODUCTOS NATURALES S.R.L., ubicada en la calle Fonrouge 1861 de la Capital Federal, dedicada al depósito de tripas. Se comprobó “una importante deficiencia en gestión ambiental por parte de la firma, no reuniendo los mínimos requerimientos de higiene, saneamiento y seguridad”, indicaron desde la Subsecretaría de Control Ambiental, tales como una adecuada disposición de residuos y materia orgánica en descomposición, focos potenciales de transmisores de diversas enfermedades infecciosas.

Los inspectores comprobaron que esta situación se agrava ante la “saturación de la pileta decantadora, que provoca eventuales vuelcos de los efluentes líquidos a la colectora, originando vertidos con una alta carga de materia orgánica, afectando la calidad del agua”.

Por su parte, la segunda clausura se llevó a cabo en la firma GALVAFER S.R.L., dedicada al galvanizado por inmersión, ubicada en la calle San Vladimiro 5860 y Marco Avellaneda 5841 de la localidad de Villa Diamante, Partido de Lanús. Allí se constató la existencia de cubas que contienen sustancias peligrosas “sin ningún sistema de contención primaria ante posibles vuelcos, lo que origina la presencia de líquidos de derrame en el suelo que son drenados directamente hacia un piso de hormigón deteriorado”, lo que “podría producir la contaminación del suelo y su filtración en las aguas subterráneas”, explicaron los técnicos de Ambiente de la Nación.

Agregaron que la ausencia de condiciones mínimas de seguridad para operar con las sustancias químicas utilizadas como insumos, puede originar derrames que acarreen “la pérdida total de la vista, edemas pulmonares e irritación en la piel” de los trabajadores, según el producto que se manipule.

Ambas medidas se mantendrán efectivas hasta que las empresas cesen la situación de peligro para el ambiente y la integridad física de los habitantes de la región.

De los operativos participó, además, personal de la Municipalidad de Lanús dependiente de la Subsecretaría de Contaminación Ambiental; del Organismo de Prevención y Desarrollo Sostenible de la Provincia de Buenos Aires y efectivos de la Dirección de Prevención Ecológica y Sustancias
Peligrosas de la Policía bonaerense.

Con las medidas adoptadas hoy, ya alcanzan 72 las clausuras preventivas efectuadas por la Subsecretaría de Control y Fiscalización desde la conformación de la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), un ente presidido por Picolotti y que integran la Nación, la provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los 14 municipios bonaerenses asentados en la citada cuenca.